Al final, coloreamos un marca-páginas de recuerdo
y nos llevamos cada uno un cuento de la biblioteca, para dejarlo en clase y
leerlo a lo largo de este trimestre.
Volvimos para el cole deseosos de pedir a
nuestros papás y mamás que nos volviesen a llevar de nuevo, para continuar
descubriendo el apasionante mundo de la lectura.
Nos quedamos con una frase: “No sólo hay que
alimentar nuestro cuerpo, sino también nuestra imaginación. Y para ello no
necesitamos ir a comprar al supermercado, ni gastar dinero, basta con ir a la
biblioteca, sumergirnos en el maravilloso mundo de los cuentos y dejar volar
nuestra imaginación”.
Gracias, Ana y Consuelo, por vuestra
disponibilidad y buen hacer.
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